En primera instancia, Holmes
examinó y analizó una parte de externa del lugar del crimen que se había
cometido: la carretera. Al observar detenidamente las huellas que había en el
suelo, la forma en que estaban plasmadas dedujo que no se trataba de un
carruaje normal sino más bien uno de renta, además de ver que había huellas de
pisadas y por factores como la distancia, tamaño de huella y la proximidad que
había una de otras, podía deducir la forma en que caminaban las personas y
quizás un aproximado de edad que tenía uno de ellos y su estatura (en este caso
el perpetrador del asesinato). Donde el mismo llego a la conclusión de que esa
persona alta y fornida era la culpable.
Segundo punto, con estos
datos en mente al entrar a la escena del crimen y examinar la habitación y el
cuerpo, Holmes notó que no había herida alguna en el cuerpo del occiso y que la
imagen que reflejaba era agitada de asombro y miedo lo que denotaba que no pudo
haber sido una muerte natural, por lo que examinó en sus labios un leve
olorcillo agrio, algo no muy común, lo que quizás llego a la conclusión de que
se le obligo a la persona a ingerir algún tipo de veneno. Esta hipótesis llego
a su mente debido a que por el método de exclusión, ya que analizando supuestas
escenas, sólo ésa, la de obligar a la persona a ingerir el veneno era la única
que se ajustaba a los hechos. Sin excluir algunos detalles como la sangre que
estaba en el pis o la ceniza de cigarrillo que denotaba que alguno fumó y no
solo eso saber qué clase de cigarrillo fue el que se consumía y la largura que
las uñas que notó gracias a que una renda estaba ligeramente rasgada,
obviamente por una uña mal cortada quizás.
Tercero, el occiso tenía
consigo toda pertenencia de valor, que cualquier otro ladrón hubiera despojado
del mismo, por lo que surgía una interrogante, ¿cuál fue el motivo del
asesinato, algún ajuste de cuentas político o una venganza de amor una lucha de
dos personas que buscaban conquistar el corazón de una bella dama? Inclinándose
por éste último, ya que si hubiera sido por algún político, esa persona se
hubiera dado a la fuga inmediatamente, sin embargo el asesinato fue realizado
son demasiada mesura sin apresurar el acto. Dónde en dicha cuestión sale a la
luz un anillo, quizás de la mujer mediada en este crimen, confirmó detalles
como la estatura y además del cigarro y la largura de uñas del perpetrador. No viendo
señal de lucha alguna por parte de la víctima, Holmes llego a la conclusión de
que la sangre era del mismísimo asesino, que había brotado de su nariz debido a
la emoción y excitación, por lo que se atrevió a deducir ciertas facciones del
rostro, que lejos de ser una locura, era lo más cercano a la realidad de quizás
tener un retrato hablado del asesino.
Quinto punto, Holmes
investigando, acerca de la víctima mandó un telégrafo preguntando acerca de la
situación de la ciudad donde radicaba antes, algo era muy sospechoso en cuanto a porqué había mudado de hogar, la
sorpresa fue que incluso en donde vivía antes había pedido protección, contra
un antiguo rival amoroso, Jefferson Hope, dónde finalmente llegó una visión que
quizás fue el mismo cochero quien había cometido tal crimen, y tal cochera no
era nada más y nada menos que Jefferson Hope.
Una notable destreza que nos
muestra Holmes, ya que su razonamiento analítico, su observación, y la forma en
que unía cada cosas con algún posible hecho en segundos, fue algo propio de una
mente muy inteligente que realmente tiene la capacidad de resolver cualquier
enigma. Claro está Holmes se enfatizó a lo que es la investigación criminalística,
sin embargo no es de dudar que pudo haber sido un excelente doctor en ciencias
o incluso un astrólogo o filósofo excepcionalmente notable en cualquier época.
No hay comentarios:
Publicar un comentario